Había una vez un dinosaurio llamado Jorge. Era
muy grande, más de lo normal. Él fue creciendo y creciendo pero para sus padres eso
ya no era normal. Cuando comenzaron las clases estaba gigantesco y todos lo
cargaban por eso. A Jorge no le gustaba ser tan grande porque no podía jugar con sus amigos.
Cuando
Jorge llegó a su casa les contó a sus padres llorando que lo cargaban, y entonces, lo llevaron al médico para ver si podían conseguir que dejara de crecer más de lo
normal.El médico tampoco tenía la solución, así que Jorge decidió aceptarse como era y volver a intentarlo. Muy pronto sus amigos se dieron cuenta de que a pesar de ser tan grande era muy bueno jugando y entonces empezó a tener más amigos.
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