Había una vez un loro llamado Carlos
que no podía hablar, era grande y fuerte pero no podía hablar, todos sus amigos
podían pero el no así que para comunicarse con ellos les escribía en un pizarrón
chiquito que tenia colgado en su cuello como si fuera un collar. Carlos y sus
amigos vivían en una plaza sobre un árbol donde estaba su nido ellos nunca
pudieron entender porque no podía hablar, seria capaz que tenia un daño en la
garganta que alguna cascara de girasol daño alguna parte de su garganta que le impedía
hablar pensaba Carlos el pensaba y
pensaba y soñaba con poder hablar . Hasta que un día conoció a una nena llamada
Samanta que jugaba por la plaza a samanta le encantaba Carlos, le aprecia un loro muy lindo y Carlos
raramente también le gusto samanta , pensaba que era una buena chica y así
tuvieron toda la tarde jugando y al momento en que samanta se tenia que ir le
pregunto a Carlos si quería ir con ella y el sin pensarlo fue con ella . Al
principio le pareció muy divertido a samanta que Carlos hablara por un pizarrón
pero luego de unos días Carlos le conto cual era su sueño y samanta lo quiso
ayudar a cumplírselo y así al cabo de un mes de intentar hacerlo hablar lo pudo
hacer ya no necesitaba el `pizarrón que tuvo toda su vida ya podía hablar por
su propia cuenta y desde entonces Carlos y samanta fueron los mejores amigos y
el se quedo a vivir con ella pero cada semana van a la plaza a visitar a los
amigos de Carlos
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